top of page

Ijalba Graciano o de un vino que emociona

  • Xavi
  • 27 ago 2015
  • 1 Min. de lectura

Cuando de descubrir vinos se trata, puedo decir que me asemejo a un niño pequeño dentro de una juguetería cuando le dices que solo puede llevarse uno de los cientos de juguetes que hay. Bueno, pues así me pasa, y es una aventura, ya que no sabes lo que sucederá y aunque son muchas las veces que no hay sorpresa, ni emoción, hay otras tantas en las que el vino te enamora y este es el caso de Ijalba Graciano 2011.


Ijalba Graciano es un vino intenso por donde lo mires, bien estructurado y con una agradable complejidad aromática.


A la vista, encontramos un vino limpio y brillante, de color rojo granate intenso con ribete violaceo de capa alta, que recuerdan las cerezas negras.


En nariz, nos encontramos de golpe con pacharan, cerezas en licor, café tostado y delicadas notas de zarzamora, que dan paso a notas de tabaco, chocolate, regaliz y un recuerdo a bosque.


En boca es seco en el primer ataque, pero se abre sedoso y frutal con recuerdos de frutos del bosque, anís estrellado, canela tostada y chocolate. Un vino carnoso con un tanino redondo y un final amplio que invita a seguir bebiendo.


Para el maridaje recomiendo rabo de toro estofado, careta de cerdo confitada, atún a la brasa con chiles secos, quesos maduros como el Idiazabal o el provolone, crema ahumada de tomates o magret de pato.


Recomiendo decantar 30 minutos antes de servir para dejarlo evolucionar y disfrutarlo aún más.


Espero que lo disfrutes.

 
 
 

Commentaires


Patrocinadores

bottom of page